Uruguaya en Paris - Edición Verano
Hace años que estoy por pisar la capital francesa y siempre, por una cosa u otra, se me escapa de las manos. Por eso, apenas nos mudamos a Londres le dije a #Marido: “¡este año festejo mi cumpleaños en París sí o sí!”. Así fue. Pasamos divino y además se sumaron mis padres y hermano como cereza de la torta.
Esta vez no quisimos andar a las corridas o tratar de hacer todas las atracciones en cuatro días. Por eso en este post no vas a encontrar un itinerario con todos los “musts” pero sí alguna que otra idea y tips de lindos paseos.
De Londres es facilísimo llegar a París, tanto en tren como en avión hay millones de frecuencias. Nosotros elegimos ir en tren (Eurostar) que sale del centro de la ciudad y en dos horas llega al centro parisino. Ese día lo destinamos a caminar, aclimatarnos y conocer la atracción más visitada del mundo: la Torre Eiffel. Almorzamos crepes, caminamos por los Jardines de Luxemburgo y después pasamos por Le Bon Marché en busca de mi auto-regalo de cumple: una cartera de Sezane (una boutique francesa que es un sueño). Si te gusta la moda, esta galería es ideal para vos: tiene todas las marcas y es mucho menos abrumadora que Laffayette. Caminamos una cuadra y paramos en Angelina, una confitería que es famosa por su chocolate caliente (o frío) y sus macarons. ¡Deli! No veo la hora de pasar en invierno y tener la excusa perfecta para probarlo caliente. En la nochecita elegimos un restaurant típico francés en donde cenamos churrasco con papas fritas pero el highlight fue el pan con manteca que nos trajeron al principio :) De ahí nos fuimos caminando a la Torre Eiffel. Queríamos verla de noche, en todo su esplendor con las luces prendidas. Es completamente maravillosa y muchísimo más grande de lo que imaginaba. Algunos tips que tengo para compartirte son: sacá las entradas con anticipación porque se agotan, andá con tiempo y si en general sentís vértigo te recomiendo subir solo hasta el segundo piso. A las 12 arrancaba mi cumple, entonces esperamos a que se iluminara (brilla intermitentemente por cinco minutos) y nos volvimos al hotel a dormir felices. Nos hospedamos en el Hotel Rose Bourbon, es completamente divino y el servicio es genial, ¡lo super recomiendo! Plus: si contratás el desayuno podés pedirlo que te lo acerquen a la habitación sin costo extra ;) *Si pensás hospedarte acá, escribime y te paso un código de descuento.
El segundo día (y día de mi cumple número 29) los pasamos en Versalles. ¿Qué te puedo decir? ¡Es espectacular! Pero no te olvides de llevar mucha paciencia (y energía) porque está llenísimo de gente y a veces se torna un poco molesto, sobre todo dentro del Palacio. Te sugiero (¡como siempre jeje!) comprar los tickets online. La entrada más cara te permite visitar todo así que sacale el jugo y no hagas la fila eterna, andá directo a la entrada A. Mi parte favorita fue la del Petit Trianon y Le Hameau de la Reine, aunque hay que caminar un poco, ¡no te lo pierdas! Te recomiendo ir en la mañana o al mediodía y pasarte el día allí. Para cenar elegimos ir a Saint Germain des Pres, un barrio divino para ir en la noche. Teníamos reserva en L’Oliveto, un restaurant italiano delicioso. No es barato pero sí espectacular.
El tercer día lo arrancamos caminando por Les Marais, el barrio que más me gustó. Aprovechemos a pasar por el Museo de Picasso que, según me contaron, lo renovaron hace poco y quedó espectacular. La colección de Picasso está desperdigada por el mundo, pero este museo tiene una buena cantidad de obras. Un gran tip: muchos museos son gratuitos todos los primeros domingos del mes, así que si coincidís, aprovechá este día para visitar esos lugares que quizás no irías si tuvieras que pagar.
Luego caminamos por el barrio que está lleno de boutiques preciosas y callecitas de película, paramos en Amorino por un helado y nos sentamos a descansar un rato en Place des Vosges. De ahí nos fuimos a conocer la famosa Champs Elyses y caminamos hasta el Arco del Triunfo con una parada obligatoria por una farmacia francesa que todas las amantes del skincare sabemos que están llenas de joyitas. Para cenar, volvimos a elegir Saint Germain des Pres.
El cuarto y último día nos fuimos a Montmartre a conocer la famosa Sacre Coeur y me llevé la linda sorpresa de que la entrada es gratuita. Todo el barrio es precioso, tanto arriba como abajo de la Basílica. Antes de tomarnos el tren de vuelta, dimos una vuelta por la zona de Galerías Laffayette porque moría por verla por dentro y es tal cual me la imaginaba: espectacular. Así como entramos, salimos ya que estaba repleto de gente y los precios están super inflados. Cuando nos estábamos por tomar el metro, nos cruzamos con una tienda increíble de Lindt. Tiene todos los chocolates que te puedas imaginar e incluso un cafecito en el que te podés sentar. Si andás por ahí, te lo recomiendo.
En unos meses les contaré cómo es visitar esta divina ciudad en invierno ;)
-MAB