Uruguaya en Denver
La primera vez que tomé conciencia de que existía un lugar que se llamaba Denver fue el 25 de Setiembre de 2013 cuando vi mi primer concierto de The Lumineers. Wesley Schultz, muy simpático contó sobre sus comienzos y mencionó muchísimas veces que eran de “Denver, Colorado”. Seamos honestos, lo único que le entendí fueron esas dos palabras pero ese concierto fue mágico. El lugar donde quedaba, contra los muelles de San Francisco, todo el mundo cantando Ho Hey. ¡Increíble! Mi marido (AKA: #MaridoEnCalifornia) ya lo sabe, la regla en casa es: si los Lumi tocan cerca de casa, se va. No questions. Pero esta vez tuve que ponerle más marketing a mi persuasión porque el concierto al que quería ir era en Denver porque era un show especial. Era en el hogar de ellos y la despedida del tour. Aventurero como yo, el se sumó sin protestar.
Nos tomamos el viernes libre y se lo sumamos al fin de semana. Volamos ese mismo día, desde San Francisco es un vuelo de dos horas. Tres días para visitar la ciudad está perfecto. Nos quedamos cerca de Larimer Square en una zona muy turística y linda para comer, pasear e incluso hacer compras. La calle 16 nos llevó a Tattered Cover Book Store, una librería hermosísima para perderte un par de horas entre tantos libros. Luego pasamos por la Union Station que es una verdadera joyita. Moderna y vintage al mismo tiempo, muy chic, ¡la más linda!
Union Station, Denver, CO
Nos tomamos este primer día super tranqui, caminamos por esta zona tan linda y nos fuimos a descansar y preparar para la cena. Al estar en una parte de la ciudad bastante movida, teníamos varias opciones buenas para cenar. Nos conquistó Blue Sushi Sake Grill que tenía mi plato favorito, ceviche, y el de mi marido, sushi. El clima estaba divino y pudimos cenar afuera, algo que nos encanta y aprovechamos a hacer siempre que podemos.
16th Street, Denver, CO
El sábado nos despertamos extra tarde y fiel al estilo del viaje, nos tomamos todo muy tranquilo ya que ese dia era el día del show y teníamos planeado dedicarlo solo a eso. Hacía muchísimo calor y queríamos almorzar algo fresco, entonces elegimos The Cheesecake Factory que tiene ensaladas riquísimas y un avocado toast de morirse. De ahí nos fuimos directo al Fiddler’s Green, el lugar del concierto.
Teníamos entradas VIP entonces nos invitaron un rato antes del concierto al soundcheck y al lounge que tenían preparado. La prueba de sonido duró 40 minutos y fue increíble verlos tan cerca tocando para nosotros, las pocas 25 personas que estábamos ahí. No nos dejaron sacar fotos ni filmar, pero el recuerdo de ver a Wesley tan cerquita me lo llevo en el corazón para siempre. Luego de eso, nos fuimos al lounge a tomar, comer, instagrammear, sacar fotos y disfrutar del precioso día.
El concierto comenzó tres horas después cuando ya se hizo de noche y arrancó con “Sleep on the Floor”, una de mis favoritas. Aprovecharon a tocar más canciones de lo habitual y a contar lindas anécdotas de sus comienzos en la ciudad que le dieron una sensación muy íntima al show. Estuvo espectacular. Terminamos la noche en un bar muy pintoresco con más música en vivo, cerveza y fish and chips.
El domingo era nuestro último día pero teníamos varias horas antes de que saliera el vuelo para seguir paseando y conociendo un poco más.
Nos fuimos a hacer un tour por la destilería Stranahan’s que nos pareció re novedoso. A los que les interesa saber un poco más sobre cómo se produce el whiskey, ¡se los recomiendo! Y a los que no, ¡también! Más allá del interés o gusto por el whiskey, es un paseo muy típico de la ciudad que vale la pena. La decoración rústica, el tour y la degustación son excelentes. Es ideal para hacer algo super original y diferente.
Desde el sur de América, yo sé que Denver no es un destino muy popular, pero si por esas casualidades de la vida te encontrás por allí, te recomiendo que no te pierdas:
El tour en Stranahan’s Whisky
Larimer Square y alrededores
La Union Station
Tattered Cover Book Store
No quiero cerrar la nota sin comentarles que en las afueras de la ciudad hay paisajes naturales hermosísimos que son un must. Nosotros, en esta ocasión no pudimos hacerlos, pero sin dudas volveremos para ver la otra cara de Denver.
-MAB