Thanksgiving y Nuestras Tradiciones
Hace exactamente una semana fue Thanksgiving, mi época favorita de todo el año desde que estamos acá. El otoño en California es especialmente lindo y las tardes de café con pan de calabaza me enloquecen.
El Día de Acción de Gracias fuimos al mismo restaurant que vamos siempre, Maggiano’s Little Italy (después de ver a Nacional… sí, cosas que pasan en mi casa) en donde almorzamos un sinfín de delicias incluyendo dos clásicos: pavo y cheesecake de calabaza y nueces. Nos fuimos repletos y con varias “doggie bags” con platos riquísimos que ofrecía el menú pero que no pudimos probar. Ya les habíamos hecho lugar en la heladera para extender Thanksgiving y disfrutarlos los días siguientes.
Otra tradición que tenemos es: después de una merecida siesta, miramos una película retro. Este año la eligió #MaridoEnCalifornia y fue “Back to the Future”. Con un poco de vergüenza lo admito, nunca la vi y él no podía dormir tranquilo con eso. ¿El veredicto? Me gustó mucho más de lo que pensaba. En el 2015 vimos “Home Alone 2” de común acuerdo y el año pasado yo elegí "Baby Boom" con Diane Keaton, dirigida por Nancy Meyers. ¡Las tres muy recomendables!
Este Black Friday no teníamos pensado comprar mucho, algún regalito navideño y nada más. Este año estuve siguiendo los consejos de Marie Kondo (gurú de la organización y el “declutter”) e intentando hacer compras más pensadas y no tan impulsivas. Pero es cierto que el bombardeo de ofertas y descuentos es abrumador y es un día que se vive con intensidad. Una moda que algunas tiendas han adoptado es abrir sus puertas el jueves de tarde, algo que no me gusta ya que es un día familiar, hogareño, de descanso y reflexión. Tenemos otros 364 días para pensar en compras.
Una tradición nueva que amo y que comenzamos el año pasado con amigos de acá es festejar “Friendsgiving”, una copia de Thanksgiving pero el sábado y con amigos. Impulsados por Maggie, este año decidimos hacerlo todo casero y quedó ESPECTACULAR. Cenamos el típico menú con pavo, puré de papas, salsas, “stuffing” y ensalada. Terminamos la noche con dos horas y media de Catán, varias botellas de vino, helado almendrado (¡casero!) y crumble de manzanas hecho por mi pero robado de Marian la que Cocina (¡genia total!). Una noche perfecta :)
El domingo, último día del fin de semana de Thanksgiving, aprovechamos a descansar mucho y comer sobras.
A pesar de que esta época tenga muchas connotaciones comerciales, me gusta sacar lo lindo y disfrutar de tener un fin de semana largo para pasar con familia y amigos, comer rico, acurrucarse en el sillón y agradecer todo lo que tenemos. ¡Amo festejar Thanksgiving y espero seguir haciéndolo muchos años más!
-MAB