Uruguaya en Londres
A diferencia de todos los viajes que he hecho, éste fue muy poco planificado. Surgió de la noche a la mañana por temas laborales de #MaridoEnCalifornia y yo decidí sumarme. Al ser una de las ciudades más visitadas del mundo, hay millones de recomendaciones, consejos, videos, blogs, artículos y todo lo que se te ocurra, entonces la planificación puede ser abrumadora. Para que esto no nos pasara y como sé que 6 días es poco para una ciudad como Londres, decidí tomarmelo tranquilo, enumerar poquitos paseos e ir paso a paso. Eso sí, me llevé una lista deliciosísima de lugares para comer (¡gracias youtubers por existir!) y los fuimos tiqueando de a uno.
De las atracciones típicas hicimos dos: el Tower Bridge y el Imperial War Museum. El tour por el Tower Bridge cuesta us$10 y es un paseíto muy corto por dentro. Se ve una muy linda vista de la ciudad y cuenta un poco la historia del puente. Si no pensás subir, igualmente acercate al puente, es un espectáculo. El Imperial War Museum me encantó. Está muy bien expuesto. Tiene exhibiciones muy interesantes como la del Holocausto y la de “Una Familia durante la Guerra”. Para los fanáticos de este tema, les recomiendo que visiten la librería porque tiene muchísimo material interesante para llevarse a casa. La mayoría de los museos en Londres son gratis, por lo que podés ir un rato si la lluvia decidió complicarte el plan o si te quedó un rato de sobra en el día.
Luego nos dedicamos a caminar mucho por los barrios. Visitamos Notting Hill y su famoso mercado de la calle Portobello (pintoresco pero no me enloqueció). La arquitectura es soñada, las callecitas, las flores y el silencio lo hacen una de las zonas más lindas de Londres.
Paseamos por Shoreditch, un barrio muy cool con restaurantes deliciosos, mucho graffiti y preciosas tienditas. Este paseo lo inspiré en este video divino de Samantha Maria: Shoreditch - The London Guide. Si andás por aquí te recomiendo almorzar en Pizza East. Me lo vas a agradecer :)
Uno de nuestros planes favoritos fue visitar Borough Market, un verdadero mercado gastronómico. No te lo pierdas y andá con hambre, te vas a tentar con todo. Si sos fan de la cocina, tendrás un montón de delicias para degustar y alguna que otra cosa para llevarte de souvenir. Nosotros compartimos un sandwich (el más rico del mundo) de un puesto italiano auténtico con rúcula, jamón crudo y mozzarella, y un tostado de quesos, cebolla y puerros de Kappacasein. ¡Ambos muy recomendables!
También nos encantó el mercado de Covent Garden, repleto de divinos lugares para almorzar y boutiques preciosas. Es muy céntrico y se llega muy fácil en subte. En la calle que llega al mercado encontré la boutique de Charlotte Tilbury, un must para amantes del makeup. Esta vez el budget no me lo permitió, pero no me faltaron ganas de comprarme todo.
Nos llevamos una sorpresa lindísima con una banda de jóvenes tocando música clásica en el centro del mercado, que tiene una acústica muy buena. Almorzamos en un lugar de “pies” y de postre tomamos un helado en Venchi. De ahí nos fuimos caminando al New London Theatre, en donde vimos el musical “School of Rock”. Increíble, imperdible, impresionante, y todos los adjetivos que se te ocurran. Un espectáculo maravilloso de principio a fin que vale cada centavo. Si por la noche andás por acá, cená en Flat Iron. Y después de que tomes el helado con el que te invitan al final, agradecemelo ;)
El sistema de transporte es super extenso y tenés líneas de subte a todos lados. Además, incluído en la Oyster Card (pase de transporte) tenés los típicos double-deckers que funcionan bárbaro y te sirven para ir viendo la ciudad mientras te movés (y zafás de la lluvia y el ¿frío? por un ratito). La línea 25 es ideal para un poco de sightseeing, tratá de conseguir la primera fila del piso de arriba, el paseo será mucho más disfrutable.
Es una ciudad espectacular por donde la mires. La arquitectura es maravillosa y las actividades que ofrece son inigualables. Si bien me parece que no es un viaje ideal para niños, hay planes divertidos para todos los gustos. Es un país que tiene fama de caro, pero en cuanto a hotelería, los precios son mucho más accesibles que en EEUU (nos quedamos en un Airbnb lindísimo y super céntrico por us$120/noche) y la mayoría de los planes que hicimos fueron gratuitos. Te recomiendo estar por lo menos 5 días y organizarte antes de llegar.
Te dejo algunos tips:
Es fundamental que tengas la Oyster Card (tarjeta de transporte) desde el primer día. Comprala en el aeropuerto. Si tenés dudas de cómo funciona, escribime y te cuento, lamentablemente no es muy simple.
Si tenés espera en el restaurant que elegiste, date una vuelta por el barrio y sentate a esperar con una cerveza en un pub. Nosotros tuvimos suerte y nos encontramos con uno que tenía una banda en vivo, ¡re buen plan!
Tené siempre en la mente algún museo gratuito que te interese visitar así te hacés una escapada si empieza a llover.
Si tenés wifi o roaming, usá la app Citymapper, te va a solucionar la vida para moverte dentro de la ciudad de la forma más eficiente.
Si te copan las librerías, visitá la sucursal de Foyles en la calle Charing Cross Rd. Mientras chusmeás tu compra, tomate un capuccino en la cafetería del último piso.
La pizza más rica de todas está en Homeslice. Probala y después contame.
Alterná el subte con el ómnibus y conocé la ciudad mientras te transportás.
...y siempre tené un paraguas a mano ;)
- MAB